Estoy todavía emocionada y sospecho que con efectos secundarios ...
La ronda de diálogo sobre Biodanza Perinatal ha trascendido, a mi criterio, los límites de una "disciplina".
Aquí nos reunimos un grupo de personas con algún grado de interés por un tema que de primera podría entenderse en términos de maternidad, y sin embargo no deja de ser un asunto que nos implica a tod@s y cada uno de nosotr@s, de un modo u otro, en términos de civilización.
Partiendo de la base de la importancia de esta etapa vital que comprende desde gestación hasta el primer año del bebé aproximadamente, estas mujeres y yo hicimos un pequeño recorrido por los diferentes aspectos del ser. Divinamente anfitrionadas por Maite Bernardelle (Directora de la Escuela Hispánica de Biodanza en Madrid e impulsora de la extensión Biodanza Perinatal) conseguimos trenzar naturalmente los tres pilares, comenzando con (valga la redundancia) Pilar de la Cueva (Ginecóloga y fecilitadora de Biodanza) quien abordó su extraordinaria presentación desde lo más profundo, abarcando también los aspectos "físicos"de una manera clara y consistente.
Luego me asomé yo (Doula y Asesora de lactancia) a reflexionar en el campo emocional, describiendo brevemente lo mucho que se puede preservar simplemente (que no fácilmente) procurando no interferir - intervenir en lo que es de por sí un diseño perfecto que puede requerir ciertos cuidados pero no instrucciones ni ayudantes. Dicho esto, me atreví a asumir que el motor incansable que me empuja a esta búsqueda, es la "utopía" de conservar intacto el sistema oxitócico y con ello, nuestra infinita capacidad de amar.
Finalmente llegó el momento de Jazmín Mirelman (Psicóloga y facilitadora de Biodanza) quien nos regaló una clara y dinámica visión basada en la psicología perinatal con los factores y conceptos que deberían tenerse presentes a la hora de trabajar y vivenciar con grupos de madres en todas y cada una de sus versiones posibles (gestación, duelo, puerperio, estructura familiar, etc) con lo que el círculo se cerró más que armónicamente.
No puedo dejar de agradecer aunque sin extender más mis palabras, que de todos modos siempre serán pocas para describir este encuentro de mujeres-madres (entre otr@s) asomando a una nueva ventana hacia la recuperación de nuestra esencia original.
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